LOS OSOS QUE QUEDAN

Nuevamente la intensa sequía pone en peligro el hábitat de los Osos Negros en las serranías de Coahuila, nunca se supo realmente cuantos osos perecieron en los últimos incendios que sufrieron las sierras de Múzquiz , Ocampo, Ciudad Acuña, Arteaga, San Buena y Cuatrociénegas no hay un conteo de población de osos aunque esta área esté considerada como la tercera población de osos negros en el mundo.

El investigador de de la UAAAN   Andrés Nájera Díaz parte de una clasificación de ecosistemas y sus regímenes de fuego, ubican a Coahuila y la mayor parte de los ecosistemas del centro al norte por considerarse regiones secas y por lo tanto altamente propensas al fuego.

La vegetación se compone principalmente por pinares, encinares, pastizales, praderas y zacates, las temperaturas en estos lugares es por lo regular de 35 a 45 grados si no es que mas, poca lluvia, las rachas de viento a mas de 120 kilómetros por hora todo contribuye a que se propaguen los incendios, los mas desbastadores en el 2011 consumieron más de 300 mil kilómetros cuadrados del territorio coahuilense y en el presente año la sequía abona aun mas para que se produzca otro fenómeno así.

La mayoría de estos incendios se producen por causas naturales como tormentas eléctricas.

Los investigadores sostienen que la mayor fauna perdida es de animales de poca movilidad como ratones e insectos, aunque no todos opinan así.

La CONAFOR reportó que aunque no se tienen registros de la población de osos, unas semanas después de extinguidos los incendios se vieron algunos con sus oseznos.

La mayor población es de venado cola blanca 17.8 individuos por km 2, pero se verán favorecidos con los brotes de hierba nueva que trae el rocío, reportó la SEMARNAT después de los incendios, también se encuentran los búfalos y jabalíes en menor proporción también algunos de estos perecieron durante los incendios.

Los osos evadieron el fuego según informes de SEMARNAT.

Los osos son omnívoros pueden comer lo que sea vegetales, granos, verduras y frutas, y bajan a las poblaciones cuando les falta el alimento o por exceso de temperatura.

La bióloga Diana Crider investigadora de la Universidad de Texas denunció ante La Jornada la negligencia de las autoridades en México por la devastación y pérdida de cientos de osos, en la Serranía del Burro cita así

El balance es desolador: “Perdimos la mayoría de los oseznos de este año(habla del año 2012). Estamos hablando de cientos y cientos de osos. Era la temporada de hibernación. El fuego quemó las madrigueras y las crías estaban muy pequeñas para escapar”. Su computadora contiene cientos de mapas y fotografías del desastre natural. Fueron decenas de llamadas a autoridades mexicanas, tocó infinidad de puertas, gritó, suplicó, lloró. Nadie le hizo caso. Aunque al final su tenacidad logró disminuir el nivel de la catástrofe.

Por semanas los propietarios de los ranchos cinegéticos y la investigadora urgieron al gobierno tomar medidas contra los incipientes incendios, el gobierno intervino cuando ya la tragedia era mayor.

Está sentada en su escritorio con semblante triste e intenta reconstruir las causas del incendio exterminador y las razones por las cuales no fue previsto, ni atendido debidamente por la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Las autoridades escucharon los llamados de auxilio 15 días después de que inició el fuego.

Diana Crider se emociona y repite: “Flores en vida, en vida, hermano. Ahora están llegando todos los biólogos con sus plumas. No llegaron con palas, ahora sólo quieren hacer sus estudios porque saben que allí va a haber mucho dinero para estudiar el tema. Es como si se muriera tu papá y llegaran para hacerle la autopsia y no antes, para salvarlo. ¿Eso de qué sirve?”

El clima para este año se prevé aun más seco, según informes del meteorológico la temperatura promedio de Coahuila aumentó de 3 a cinco grados, en el presente año el riesgo de incendios es igual o mayor al de los años pasados por los largos períodos de sequía, si no se prevé a tiempo este fenómeno, al menos para saber cómo actuar y coordinarse las autoridades puede haber mayor pérdida de flora y fauna de la que ya ha habido.

 

Por: Dora Isela de la Cruz.

VOLVER A LA ARQUITECTURA DE TIERRA

Los alumnos de la Facultad de Arquitectura de la UA de C, la dirección a cargo del arq. Efraín Bazaldúa López organizaron el Foro-Taller de Arquitectura de Tierra, en donde se presentaron alternativas de construcción acordes con los tiempos actuales en donde es imperativo tomar en cuenta el cambio climático y el ahorro de energía.

Durante este Foro-taller se mostraron los estudios prácticos sobre los materiales que contiene el suelo.

También se realizó una descripción práctica para la elaboración de cúpula y bóveda catalana utilizada anteriormente para la construcción de lo que llamamos blocks o adobes.

Los participantes tuvieron la oportunidad de profundizar en el conocimiento de la arquitectura de tierra, contando con algunos investigadores de reconocimiento nacional.

Sin duda esto aporta mucho a los proyectos sustentables que tiene la facultad, se trata de volver la vista a los materiales que antiguamente se utilizaban y que tienen materia prima regional, como la arcilla, arena y material orgánico, además de que no requieren el proceso de cocción.

En la Facultad ya se experimenta en la construcción de material de construcción con base en el bagazo de la lechuguilla, se experimenta en la resistencia de dichos blocks o adobes exponiéndolos a diversos procesos para comprobar su capacidad térmica y resistencia a la erosión.

En los actuales tiempos en los que es necesario la implementación de sistemas ahorradores de energía y ante el cambio climático materiales que resistan el calor, es necesario que tanto universidades, constructores conozcan alternativas para construir basados en la sustentabilidad.

La Universidad comprometida con la comunidad ofrece alternativas para modificar procesos en favor del medio ambiente.

Las viviendas sustentables con techos ecológicos están siendo considerados por los alumnos que se encuentran realizando sus tesis estos proyectos se han presentado a la Secretaría del Medio Ambiente para su posible uso.

 

Por: Dora Isela de la Cruz

URGE PROTEGER EL RIO SABINAS

agua del mismo rio

 

Valiosa ha sido por muchos años el agua dulce del Río Sabinas, por su riqueza es que se formaron todas las poblaciones aledañas, desde entonces esta agua ha cubierto todas las necesidades de la población, cuando el calor aumenta las familias se refrescan bajo sus Sabinos, los que quedaron luego de la inundación provocada por el Huracán Alex.

El Río Sabinas ha dado mucho a la región, entonces, porque no devolverle su cauce y limpieza? para que ahí sigan habitando los peces y aves que han emigrado.

A últimas fechas se han construido por parte del gobierno algunos bordos para dar cauce al río, sin embargo no queda claro hacia donde se dirigirá la corriente cuando crezca el nivel, a la par de estas obras se continúa en la explotación indiscriminada del carbón en la rivera y las descargas de aguas residuales que lo contaminan.

Han pasado ya más de 10 años desde que se llevó a cabo un Taller de Educación Ambiental promovido por diversos organismos como el Instituto Mexicano de la Juventud, Consejo Ecológico de Participación Ciudadana de Coahuila, Región Carbonífera, ICOJUVE y el Instituto Coahuilense de Ecología, entonces se publicó un cuadernillo con el fin de crear conciencia entre la juventud del deterioro del Río Sabinas, eso fue en el año 2003, este y otros eventos se han llevado a cabo para su conservación, sin embargo el panorama no ha cambiado, el huracán Álex hizo que el Río cobrara este descuido, se salió de su cauce inundó la ciudad y perdió muchos sabinos ahora tiene otro aspecto más desolador aunque se sigue defendiendo.

Según los estudios mencionados, la problemática del Río contiene los siguientes procesos, calificados como graves: La modificación del entorno natural , el desarrollo de prácticas inadecuadas de aprovechamiento de los recursos minerales, la carencia de un programa de monitoreo, sobre pastoreo, deforestación y basura.

A la fecha se desconoce si existe un monitoreo constante del agua, es visible la contaminación pues ha perdido el color verde por uno cafezusco, no ha habido esfuerzos serios en la forestación de la rivera.

Urgen a desarrollar una estrategia de conservación para crear lineamientos legales a corto plazo, para la protección el manejo, conservación y aprovechamiento sustentable de las aves migratorias y la biodiversidad que se encuentra en el entorno del Río.

También proponen una sinergia entre los distintos sectores de gobierno, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad, a responsabilizarse por la parte que corresponde a cada uno de ellos en el proceso de búsqueda de un desarrollo armónico con el medio natural que nos rodea.

La importancia que el Río Sabinas tiene para las poblaciones de Múzquiz, San Juan de Sabinas, Sabinas y Juárez es enorme ya que dependen de la subcuenca de Sabinas y sus humedales como la principal fuente de agua dulce.

Las actividades productivas que afecta o dependen directamente del medio húmedo natural circundante al Río Sabinas son: La Minería, pues en esta zona se encuentra el 95% de las reservas nacionales de carbón mineral y agricultura con un total aproximado de 36,988 Ha, principalmente de sorgo, maíz, avena y trigo, la ganadería produciendo principalmente ganado bovino de carne de registro, también caprino, porcino y ovino aunque la sequía ha venido acabando con esta actividad y la agricultura. En menor grado equino y la actividad pesquera en la presa Venustiano Carranza.

A estas fechas siguen habiendo descargas de aguas residuales y basura que contaminan el río, sería muy triste terminara como el Río Lerma contaminado por la refinería Antonio M. Amor, sus aguas ya son color del petróleo.

 

Por.Dora Isela de la Cruz.

LO QUE DEBEMOS SABER SOBRE COMBUSTIBLES FOSILES

*Cada tonelada de carbón libera más de dos toneladas y media de dióxido de carbono al aire.

*Actualmente vivimos con la concentración más alta de carbono alrededor de 370 ppm., A este ritmo tendremos 600 ppm en 45 años más. Y la máxima concentración permisible es de 350 ppm

Ya rebasamos el límite.

*Tan sólo en la ciudad de Saltillo los vehículos son responsables del 85 % de la contaminación del aire.

*¿Cómo se produce el cambio climático?

Al concentrarse grandes cantidades de Co2, ocasionamos que la capa de gases de efecto invernadero sea más densa y como consecuencia se genere el cambio climático, aumentando la temperatura del planeta y con ello provocando alteraciones en los ecosistemas y graves consecuencias como inundaciones y sequías prolongadas.

 

*¿Como revertir esos efectos?

Esta tarea no solo contribuye a que ya no se genere más dióxido de carbono sino que también, produce ahorro en los lugares de trabajo y en los hogares:

*Al salir de tu casa u oficina revisa que la luz y el aire acondicionado estén apagados.

*Desconecta los aparatos y equipos ociosos -Cuando la temperatura sea agradable evita el uso del clima, y en caso de usarlo, cierra bien las puertas para conservar el aire.

*Gestiona los consumos energéticos de los equipos y aparatos: configura las computadoras en sistemas de ahorro de energía, ajusta el brillo de la pantalla a nivel medio, utiliza focos ahorradores de energía, electrodomésticos que ahorren energía, utiliza el internet en lugar de hacer llamadas telefónicas, usar el automóvil solo para largas distancias por recorrer, si tienes que ir solo a unas cuadras acude caminando o en bicicleta, ahorrarás combustible y dinero a la vez que realizarás ejercicio, beneficio para la salud.

La clave está en reducir el uso de algunos aparatos que gastan energía, rehusar algunas cosas para ahorrar materiales y dinero, separar la basura redunda en beneficio de muchas personas incluyendo el hogar en la que se separa la basura, los materiales que pueden ser reutilizados son el plástico, el papel o cartón, metales, etc….  

Según datos de la Secretaría del Medio Ambiente.

Por: Dora Isela de la Cruz.

INVENTIVA VERDE

Importante auge ha tomado entre los jóvenes estudiantes de diversas carreras de la región enfocar sus trabajos de investigación e inventiva hacia procesos en favor del medio ambiente, finalmente ya todos los proyectos tendrán que ser así debido al deterioro del planeta por el exceso de material de desecho y contaminación.

Urgente es pues la necesidad de reutilizar diversos productos, ahorrar energía y agua para que las actuales y futuras generaciones, no sufran escases.

Hasta hace pocos años se esperaba que el proceso de deterioro ambiental del planeta fuera en un futuro lejano ahora sabemos que ya nos alcanzó y si no hacemos algo en este momento por contribuir al ahorro de energía y materiales no renovables las siguientes generaciones sufrirán de estas carencias.

Los estudiantes de algunas universidades como el Instituto Tecnológico de Saltillo, Universidad Tecnológica de Coahuila, ITESM Campus Saltillo y U A de C, han tomado conciencia de este deterioro ambiental y su creativa va en este sentido.

En diversas exposiciones en los recientes meses han presentado modelos de casas sustentables, productos que no dañan el medio ambiente, reciclado de materiales que se detallarán a continuación, entre otros inventos que si bien no están encaminados a este fin contribuyen con la tecnología y la industria.

Entre estos proyectos destaca el filtro de agua construido por Rocío Berenice Citlali Tavitas López y Claudia Lucía Prieto Nieto egresadas del ITS, quienes resultaron triunfadoras en un concurso de inventiva universitaria en Santiago de Chile, durante el Foro Internacional en Ciencia e Ingeniería.

Ellas construyeron un filtro para eliminar metales y bacterias del agua, el filtro está construido con huesos de bovino y otros materiales, el hueso funciona como un imán para algunos metales como el arsénico y plomo, lo cual podría ser una solución para algunas regiones de Coahuila en las que hay alta contaminación de agua por estos metales. Estos se depositan en un interior iónico, el filtro es altamente sustentable puesto que se utilizan materiales de desecho.

Las viviendas también tendrán que cambiar en un futuro inmediato Reynaldo Dávila, Manuel García y Ovidio Rodríguez así lo creen, ellos han diseñado un prototipo a escala de una casa en la que el viento y energía solar son altamente aprovechables.

Los paneles solares en el techo proporcionan toda la energía que se requiere para la luz en la noche y los calentadores de agua, un techo que almacena la lluvia para luego reutilizaría en riego y la energía eólica a través de un papalote para otros procesos de conducción de agua dentro del hogar o para producir energía.

Estefanía Orozco y Emanuel Hernández construyeron un cargador solar para baterías de celular, ante la enorme cantidad de celulares que hay en el planeta el ahorro de energía seria también en esta proporción.

Las botellas de plástico que tardan cientos de años en desintegrarse y que representan uno de los mayores deterioros a los ecosistemas tendrían una utilidad práctica al ser introducidas dentro de los blocks de cemento por lo tanto ahorrarían este material de construcción y de paso no contaminarían más el ambiente.

En un futuro sería más plástico reciclado el que se utilizaría para el block de construcción

Erika Lorena García, Angélica Márquez y Lyza Ramos de la UTC encontraron una manera práctica de reciclar papel dentro de las escuelas e instituciones, construyeron una mezcladora y molde para reciclar el papel .

La industria cosmética y la moda también tendrán que modificar procesos para ofrecer productos que contengan menos químicos que dañen al planeta.

Las bolsas para dama, cintos, ropa, zapatos podrían en un futuro no muy lejano utilizar materiales reciclables, con gran creatividad e ingenio Jenny Flores, Víctor Hugo Alvarado, Moraima García, José Domingo Valdés e Isaura Lazcano de desarrollo de Negocios de la UTC, fabricaron varios objetos de moda con material reciclado igual de resistentes que los que el mercado ofrece actualmente, en cintos, accesorios y bolsas fabricados con materiales de desecho.

Por su parte Aida López, Alejandra Sánchez, Tania Hurtado, Gladys González y Jatziery Flores también de la UTC fabricaron un maquillaje totalmente natural a base de avena, que reduciría imperfecciones y limpia el cutis.

Y así se pueden mencionar otras investigaciones como el uso del magneto en el tratamiento de enfermedades óseas y musculares por Jorge de la Peña, José García y Polo Pelayo del ITESM.

La construcción a escala de una grúa hidráulica por Jorge Rodríguez y Pablo Pérez del ITESM.

El cielo falso construido a base de vidrio reciclado puede resultar una buena opción para ahorrar energía durante el día, un material tan resistente como el concreto elaborado por Christian Menchaca, Viridiana Isasi Santoyo, Ariel Jasso, Sergio González, también del ITESM.

La robótica es uno de los desafíos de nuestros tiempos y David Aguilar, Reynol Villarreal, Uriel Coronado, Mario Martínez, José Luis González. José Tecalco y Eliezer Rodríguez construyeron uno tipo scarpbot para manipular elementos industriales y ensamblar componentes, mediante una interface.

Los jóvenes son el material más valioso para recuperar nuestro planeta, son creativos, ingeniosos y tienen inteligencia suficiente para visualizar como serán nuestros procesos en el futuro que ya nos alcanzó.

 

Por: Dora Isela de la Cruz

EL ARBOL Y EL GUSANO

ARBOL Y GUSANO

(Y que pasa con el maíz transgénico)

Como el genial escritor Terry Pratchett, pienso en un mundo fantástico donde conviven unos árboles mucho más viejos que las milenarias secuoyas junto a unos gusanitos efímeros, que nacen con el alba y siempre, siempre mueren mucho antes de caer el Sol.

Al abrir los ojos aquel árbol ‘trilenario’, doscientos años después del parpadeo anterior, -que ese es su ritmo normal- lo vio todo totalmente cambiado. Por arte de magia, de birlibirloque, en un abrir y cerrar de ojos –y no es metafórico- el pueblo que divisaba desde sus ramas más altas estaba completamente arruinado, como si hubiera sufrido el peor de los bombardeos. Los huertos que le rodeaban, los molinos, los corrales de las gallinas, las niñas y niños jugando, las vacas pastando… , todo aquel último registro en su retina de madera, había sido sustituido por un inmenso, monótono y verde campo de maíz. Su estremecimiento estaba acompañado de una sensación nueva, como un pinchazo en su tronco. Allí tenía clavado un letrero que indicaba que estaba rodeado de maíz transgénico. Rompió en lágrimas de savia clara. No, no era por el espina en su tronco, su lloró surgió cuando descubrió -a su ritmo parsimonioso- que los hermanos del bosque con los que formaba aquella hermosa comunidad, también, en un visto y no visto, lo habían abandonado. -¿Dónde fueron? ¿Por qué no me avisaron? No quedaba rastro de ellos.

Sumergidos en ese mundo verde y aburrido, a la sombra del viejo gigante, dos gusanos efímeros en la mitad de sus vidas conversaban mientras mordisqueaban unas hojas. ¿Sabes que me han explicado? – Pregunta el más risueño de ellos- Hace muchos años, aquí se comía maíz pero también lechugas, acelgas, coles… y con esos alimentos vivíamos mucho más tiempo que ahora. ¡Qué en esos tiempos el Sol se escondía para volver a salir! Entonces además de nosotros vivían en este mundo otros animales parecidos a nuestros tatarabuelos. Hablan de unos gusanos que no se arrastraban por el suelo como nosotros, tenían alas de colores que les permitían volar. Otros gusanos eran ciegos y vivían comiendo tierra que luego expulsaban. Sólo se les veía cuando llovía. Incluso existían unos gusanos babosos que cargaban un caparazón sobre sus espaldas. ¡Qué cosas más espléndidas! – enumeraba mientras sus pupilas centelleaban- No creo en las leyendas -contestaba el otro gusano- Mira, mi padre dice que el siempre lo vio todo igual. Y lo mismo el padre de su padre. Son cuentos para gusanos chicos, para pasar el rato. ¿Cómo vas a pensar en gusanos voladores? Qué, ¿llevaban, antenas en la cabeza? Ja ja ja – se burla- Y el Sol siempre está ahí quieto, ¿lo has visto moverse? Entonces, ¿cómo quieres que se esconda para volver a salir? Y siguieron con su régimen de maíz sin saber que, desde hace para ellos mucho mucho tiempo, lleva una toxina que es la responsable de su corta vida.

 

¿Es un mundo ficticio? Los transgénicos están en nuestros campos y en nuestras dietas. En los campos su expansión latifundista desplaza millones de familias campesinas, no hay duda. Como un rey Midas al revés, todo lo que toca, lo convierte en pobreza. Y cuando toca cultivos de semillas autóctonas, les contagia su gen modificado, y así, las marca como prisioneras. ¿Será que les cosen dos triángulos invertidos para asfixiarlas en campos de concentración? Será. Y en nuestras dietas los ingerimos de a poquito. Patatas con transgénicos, carne con transgénicos, palomitas de transgénicos y todo enriquecido con sus pesticidas asociados.

VIAJE AL ALUVIÓN

(Diálogo con Esteban Williams)

Del Libro: Pamela del Río por nosotros mismos o Bajo el rencor.

Autor: Jesús de León/Gabriel Contreras

Para Martha Liévano que

Asistió a la asamblea

 

Esteban Williams escribió cinco libros excelentes: De la pata de vaca la semilla (1920);Un tibio tufillo me recorre (1933); Te quedó grande el baby doll (1953); Fusiles y obuses (1960); y su obra capital: Cabeza de cerillo (1984). Pudo destacar como la más prominente figura de la febril generación de los poetas desencantados (A la cual debe Pamela del Río grandes influencias).

Esta generación se caracteriza por su desdén ante todo aquello que signifique abandono de la esencia. Acerca de los desencantados se ha escrito “Ellos labraron este porvenir que hoy nos agobia”. 4 Sin embargo, no ha faltado quién los considere: “Colofones de la inmunda historia de la maldición burguesa”.5

Su obra jamás terminará de desentrañarse: encierra, según declaraciones del propio Williams, “Un Lúculo de pasión vedado a los cancerberos del tirano”.6

En uno de tantos congresos dedicados a desmenuzar la obra del autor, se llegó a la conclusión de que su obra tiene pies, más no cabeza. Pero, oh travesuras de la historia: Williams se burló de sus futuros investigadores al iniciar su obra con una pata de vaca y terminarla con una cabeza de cerillo.

Para otros críticos más condescendientes, el tren de vida de Esteban Williams fue quien dictó los derroteros de su poesía. 7 Ciertamente, no se recuerda en el continente vida más atormentada ni obra más hermética. He aquí uno de sus versos más sustanciosos:

Los pájaros del agua saben a rayos.

Y aquella estrofa imborrable:

Olvídate de tu marido que yo ya lo

Olvidé/y si no lo has olvidado, peor

                                               Para ti.

(del poema Monja mía).

Nadie pudo resistirse a la férrea energía del cantor bajacaliforniano. Sus enemigos no pudieron más que levantar rumores inverosímiles ante los cuales el poeta acuñó su más célebre frase: “Rebuznos borricos no pasan del suelo”.8

Esto acalló la crítica para siempre.

Antes de morir de un paro cardiaco, el maestro Williams sostuvo aquél diálogo (mortal) con Pamela del Río, quizá su discípula mas aventajada.

-Tenemos entendido (maestro) que su vida ha sido atormentada. ¿Podría explicarlo?

-¡Jamás! Mi vida ha sido feliz. Esos son rumores y malas lenguas.

(En el fondo de Pamela Oliver y Sifo se aguantaban la risa).

-¿Qué es para usted la felicidad?

-Felicidad es escribir un verso cada día. Cantar hasta para mis enemigos. Para los que sufren y callan. Para los que lloran y envejecen. Para los que son papalotes de tornado. Sí. Quiero que cada piedra florezca y que la vida trascienda la perfidia. No sólo la mía, sino la de cualquiera. Porque cualquiera es poesía, aunque no cualquiera cuaje…

¿Qué quiere decir con cuaje?

-Con cuaje me refiero al… ¿Pero es que no sabes? (zarandea a nuestra amiga y la arroja contra una pared). ¿No sabes del largo viaje que tiene que librar un poeta? No, amiga (La pisa), los poetas no se dan en maceta y la poesía no se da todos los días. Esta es la historia: Los poetas venimos del aluvión, un lugar que está más arriba del cielo. Nacer es una degradación. Porque dime, si las almas… es un supongamos… no las contiene el cuerpo, entonces ¿Qué las contiene? No lo sabes, ¿verdad? Jamás lo sabrás, Pamelilla. Solamente los poetas tenemos acceso al aluvión. Y claro, el aluvión nada tiene que ver con las alubias, niña/

-Muy bien.

-Espera. No me interrumpas. Los hombres, todos, hacemos un largo viaje desde arriba. Antes de llegar al mundo debemos surcar el río del olvido, cuya agua es un caldo delicioso con arroz y sus berenjenas. Nadie puede resistirse a probar el caldo maldito. Pero hay individuos que hacemos trampa: esos somos nosotros, los poetas.

-No entendí.

-¿No entiendes? Nosotros no bebemos de esas aguas apendejadoras. Los poetas somos mañosos, la guardamos en los cachetes y luego la escupimos. Ah, sólo un niño (recuérdese que el maestro Williams vivía rodeado de efebos) me comprendería. Ellos hace menos tiempo que se bajaron del aluvión.

-Lo que no entendí es la palabra merenguenas.

-B-e-r-e-n-j-e-n-a-s.

-Gracias, muy amable.

-Lo dicho: los niños deberían educarnos.

-¿Y todo esto lo dice en serio o nada más me está tanteando?

-El poeta habló contra las mujeres y luego contra toda la gente (cosas impublicables).

-No se ponga así, dígame: ¿cómo aprendió a escribir poesías?

Esteban Williams siempre se sacudió ante esta pregunta. Dudaba contestar. Finalmente le sonrió, dejó correr una lágrima, la miró con desprecio y le dijo: “La poesía no se aprende, pregúntame otra cosa”.

-Bueno, ¿cómo le hace?

-Sólo te puedo decir que la vida es una tómbola y la pluma célibe hasta que el poeta quiere.

Pamela no aguantó más y replicó con voz de fantasma.

-Perdóname que te aclare que eso es falso. La vida (dijeron Oliver y Sifo desde el fondo de la caverna) es una estela de flamígero y albo cebo cósmico que cubre las altiplanicies del ser.

Pamela se deshizo de sus calzones y arrastró a Esteban Williams hasta la cama. Después de desnudarlo apagó todas las lámparas. El elástico brazo de la noche flageló para siempre los ojos del poeta.

 

4 Volks Volgendroff, Illa. Una generación desdeñosa y desdeñada. Ed. Shölem, RFA, 1981.

5 Osken Kolvich, Ulianov. Poetas de la maldición burguesa. Ed. Progreso, Moscú, 1932.

6 Conferencia sustentada ante la sociedad menonita filipina.(1940).

7 Garcés, Mauricio. Estela de ignominia a la arborescencia de un olmo. Ed. La Rue, Ginebra, 1968.

8 Conferencia pronunciada ante la sociedad protectora de animales de Tailandia.

 

 

 

MIS PADRES SUS HISTORIAS

 LIBRO: LOS RELATOS DE LA SIERRA

AUTOR: Jesús de León.

I

A VECES VAGO SOLO POR LA CASA. EL SILENCIO HACE MAS SOLIDAS LAS paredes, más amplios los espacios y, a pesar de eso, en los momentos amargos, siempre me ha parecido tan pequeña, tan estrecha. Creo que la casa está viva, que desarrolla sus propias emociones.

Así ocurrió la víspera de la muerte de mamá. Ella llevaba en coma mucho tiempo. Papá y yo nos turnábamos para cuidarla. Un día regresé después de la más pesada guardia en el hospital, una vecina me preguntó:

¿Hubo fiesta anoche en tu casa?

¿Fiesta?-pregunté.

-Sí, escuchamos música, risas, conversaciones-arrugó el ceño y agregó-: ¿Qué celebraban?

Hasta que me avisaron que mamá había muerto, entendí. Fue una fiesta de despedida hecha en la casa en honor a su dueña. Como si ocurriera en un buque a bordo del cual, antes de zarpar, la madre se despide del único pasajero que queda en la tierra: yo.

 

II

MI MADRE FUE UNA OBRERA QUE TRABAJÓ EN UN TALLER DE FABRICACIÓN de ropa masculina. Después se hizo modista. Mi padre era campesino, pero durante las malas rachas trabajaba de cantinero.

Cuando mis padres se casaron, los amantes ideales eran la Doña y el Señor Presidente, máximos emblemas del “desarrollo estabilizador”. Se vivía el apogeo de la música arrabalera. Los mambos de Pérez Prado y canciones lamentosas y peleoneras como “Mi dicha lejana” y “Mis noches sin ti”. ¿Qué esperan? Conforme a eso he vivido.

Cuando se casó con mi padre, mi mamá era viuda. A su primer marido lo mataron de un balazo en la frente. No se pasó la vida enlutada y rezando por dos razones muy sencillas: tenía veinticinco años y se vivía la gran efervescencia de los ritmos bailables.

Así que encogiéndose de hombros, dijo:

-El que sigue.

No sé cuántos seguirían, pero aquel que iba a ser mi padre utilizaba cualquier argumento con tal de no ir al baile.

-No te llevo a bailar porque no tengo ropa.

Mamá lo comprometía regalándole alguna prenda y así, ella por el interés del baile y él por el interés de los obsequios, se iban a bailar al salón de la Sociedad “Manuel Acuña”. Piense el lector de que circunstancias tan aparentemente insignificantes depende que nazca o no un escritor. De que en una ciudad como Saltillo, tan adormilada en su provincianismo, exista un salón de baile con el nombre de nuestro poeta más destacado y que, de pronto, al adolescente de 18 años, que era entonces papá, le gustara estrenar ropa y una modista de veinticinco años aprovechara su sentido del ritmo para adelantarse a su época y tomar la iniciativa y la vida en sus manos.

III

EN EL RECUERDO MAS REMOTO, VEO A MAMA FRENTE A SU MAQUINA DE coser, con rizos a la manera de Rosita Fornés y escuchando en el radio “A la orilla de un palmar”. Ella soñaba con tener una familia muy numerosa, pero sólo pudo tener dos hijos. Mi hermano y yo nacimos en casa y fue una comadrona llamada Leopoldina quien nos trajo al mundo. Los maridos se oponían a que sus mujeres se aliviaran en las clínicas, argumentando que podrían cambiarles a sus hijos. En realidad estaban encantados de que las parteras se fueran a vivir a casa de las parturientas para remplazarlas en todos sus quehaceres, incluidas las tareas conyugales.

Después de su segundo parto, mamá quedó delicada de salud. Un par de tías solteronas que vivían con nosotros se encargaron de atendernos. Mi madre era simplemente el ojo vigilante que no dejaba a sus hijos ni a sol ni a sombra. Por culpa de ella fuimos un par de niños pulcros y bien presentados; de lo contrario, su acoso podría volverse enloquecedor. En cambio, papá siempre fue la libertad absoluta. Rara vez lo veíamos en casa. Vivía libre y nos dejaba libres.

Por ser el mayor, me tocó estar más cerca de las pugnas de mis padres, sufrir sus distanciamientos, llorar cuando internaban a mamá en el hospital. Me hubiera gustado tener a alguien que me diera la mano con ellos. De cualquier manera, mi hermano me ayudó a ver las cosas con más calma.

Por las noches el mundo era hermoso. Yo dormía con una tía, mi hermano con otra y mi papá con mi mamá. Había en la casa tres matrimonios entre mujeres maduras y despóticas con hombres irresponsables y anárquicos. O tres nanas, cada una con su niño.

A pesar de estar enferma, mamá nunca dejó su trabajo de modista. Su energía la reservó para eso. Mi hermano y yo pasábamos las tardes jugando en un inmenso solar. A veces terminábamos peleando y ella interrumpía su labor de costura y nos medio mataba a garrotazos. La manera en que nos desquitábamos era muy sencilla: espiábamos a las mujeres que se iban a probar ropa. Más de una nos hizo el número completo.

Así era todo: papá cuidando la huerta o trabajando en el bar, mamá patrocinando nuestra educación sexual y nosotros creciendo ajenos al destino que nos amenazaba: la escuela como fatalidad, como prisión.

 

IV

UNA VEZ ESCUCHÉ DECIR A MI AMIGO SERGIO QUE LA PRINCIPAL DEUDA que tenemos los narradores norteños es con la tradición oral. Además de que, a un nivel más particular, el escritor termina por darle un estatus literario al habla que ha oído en su ámbito familiar. Yo tengo testimonios que pueden apoyar esa tesis. Mamá era una extraordinaria narradora. En familia nos pasábamos tardes enteras disfrutando de las palabras, gestos y ademanes con que mamá narraba las peripecias de su primer marido, aquel contrabandista de la frontera cuyo cadáver balaceado recibió ella en sus brazos, y los problemas que tuvo después para aguantar al “pan con atole” que era papá. Dicho sea de paso, ninguna comida le parecía a mamá tan desabrida y carente de gracia como ese austero alimento.

Mi madre me dejó una imagen persistente que no he logrado explicar del todo. De ser una persona tan viva, tan vital, que embrujaba a mis amigos con sus historias, de buenas a primeras sucumbió al coma, al silencio. Cerró los ojos. Tuvo que ser internada, pero las historias seguían en su mente, repitiéndose obstinadas, como lo demostraban las lágrimas que fluían de sus ojos cerrados, que ya nunca se volverían a abrir.

¿Qué recordaba? No lo sé. Ella, como mi padre, murió a su manera. Justificándose más allá de mi incomprensión, más allá de mi afecto, como si miraran, por encima de mi vida, un paisaje que yo jamás vería. Para mí eso representa la ausencia de mi madre. Haber estado junto a ella y, sin embargo, no poder ver lo que vio, lo que ya no pudo contarme.

V

SI MAMA ERA ENVOLVENTE PARA NARRAR, PAPA NO ERA TAN PARCO. SI yo hubiera seguido su estilo de contar historias no tendería a lo abrumadoramente atroz. Entre mis primeras aspiraciones como escritor, estaba el hacer cuentos de ambiente gótico. Me di a la tarea con toda seriedad y, además, tenía varias cosas a mi favor. Vivía sólo en una casa vieja y lúgubre en la que habían muerto varios de mis parientes y en la que, para colmo de lo tétrico, también yo había nacido. Así pues, cerré puertas y ventanas, me puse bajo la lámpara de luz oblicua y, cuando estaba a punto de arrancarme escribiendo, aparecía en la puerta la geórgica figura de papá, diciendo: “Ahorita vengo, voy por la leche”.

Ni modo, los vampiros volaban, los muertos regresaban a sus tumbas y yo que quedaba inmerso en un ambiente de mugidos, balidos y un fuerte olor a pastura durante el resto de la velada. Al rato, papá volvía con su sombrero y sus botas vaqueras, su camisa a cuadros y su paliacate en el pescuezo, cargando la olla de la leche humeante todavía.

¿Cómo resolver este bucólico dilema? No tenía tanto dinero como para comprar un órgano tubular. Encajarme una estaca en el pecho me habría traído problemas. Pedirle a papá que se pusiera una máscara como el fantasma de la ópera no hubiera funcionado, porque lo delatarían sus bigotes de brocha de encalar.

Me fui a una tienda de disfraces y le pregunté al empleado:

-¿Tiene algo que se parezca a un hábito de monje?

-Sí, tenemos varios. ¿Cuál le gusta?

Elegí el más oscuro y polvoriento. No le entendí muy bien al empleado, pero parece que era muy similar al que usaba José Vasconcelos en la última parte de su vida. Venía con el flagelo incluido.

-No gracias-le dije al empleado-. Flagelos no necesito, ya tengo los suficientes.

Convencer a papá de que usara aquel atuendo no fue difícil. Al fin y al cabo, sólo lo necesitaba para pasar frente a mi cuarto; después podía quitárselo, colgarlo en un clavo de la pared y seguir su camino como le pareciera.

Nunca llegué a enterarme si se lo ponía en la calle. Lo más que hubieran pensado era que andaba crudo y, como dijo don Alí Chumacero, el crudo es un animal sagrado. Mi ambiente estaba completo. Frente a mí, de vez en cuando, pasaba una especie de monje cargando una olla humeante. Inmerso ya en la atmósfera adecuada, empezaba a escribir. Y así me seguía hasta la madrugada.

VI

EL ALCOHOLISMO DE MI PADRE SE ACENTUÓ Y, EN UNA DE ESAS ANDANZAS, sufrió aquella grave caída. No le tenía nada de confianza a ese médico que habría de operarlo. Le parecía demasiado joven e inexperto.

-¿Es usted el que me va a operar?-le preguntó papá al médico.

-Por supuesto, ¿por qué? –le respondió el doctor.

-La mera verdad- y lo barrió con la mirada-, usted tiene más cara de chivo que de pastor.

Y no le falló el diagnóstico. Lo operó un chivo y se lo llevó patas de cabra. Ojalá Dios lo tenga en su santa gloria (Que si de veras lo tiene allá, dudo que esa tal Gloria siga siendo santa).

VII

VOLVAMOS AL GÉNERO GÓTICO. LA PREGUNTA SE IMPONE. ¿ES NECESARIO tener una atmósfera? ¿Qué tanto depende la literatura gótica del ambiente específico? ¿Tenemos que ubicar obligatoriamente nuestros cuentos en Transilvania, aunque vivamos en Ramos Arizpe? ¿Hay que disfrazarse de Bram Stoker, Edgar Allan Poe o Gustav Meyrink para acometer el género con el debido éxito? ¿No estaría corriendo el riesgo de que me pasara lo que le pasó a mi amigo, el lagunero Paquito el de los cuentos, cuando quiso convertir al mismísimo marqués de Aguayo en una especie de Jinete sin Cabeza, pero con cabeza?

¿Acaso tenía yo el derecho de convertir a Manuel Acuña en una ánima en pena vagando por las ruinas del Teatro García Carrillo? ¿Y qué decir del Varón de Cuatrociénegas, ultimado en una oscura noche en Tlaxcalantongo? ¿O de Francisco I. Madero recibiendo el dictado de su hermano difunto?

Las respuestas a estas preguntas me las daría más tarde papá, al demostrarme que no necesitaba ni de hábito de monje ni de ambiente crepuscular (ni siquiera la jodida olla de leche) para protagonizar una historia de terror. Le bastó simplemente con agarrar la borrachera.

VIII

¿SABEN LO DIFICIL QUE ES CUIDAR UN MORIBUNDO EN EL HOSPITAL CUANDO no se es enfermero del Seguro Social? No se los recomiendo. Yo tuve que lidiar con papá que iba a ser operado. Poco faltó para que yo entregara el equipo. Apenas se vaciaba el hospital, quedando sólo las enfermeras y médicos de la guardia nocturna, comenzaba para mí el suplicio. A altas horas de la madrugada papá invocaba a los muertos. Iban apareciéndose en el cuarto, ocupándolo poco a poco con su ausencia hasta que aquello quedaba saturado de espectros: tíos, primos, abuelos…Papá se dirigía a cada uno de ellos por su nombre y esperaba respuesta. Yo tenía que estar allí como moderador de aquel panel espectral, hasta que la presencia de los ausentes se volvía opresiva y, en un momento dado, no sé cómo ni cuándo, empezaba yo a gritar, a caminar de un lado para otro, moviendo los brazos, como si quisiera dispersar una gruesa cortina de humo: “!Ya basta, cállense, lárguense!”

No podía dejar sólo mucho tiempo a papá. Por efecto de los medicamentos o de la anestesia-el dolor de una pierna rota es muy intenso-, él había perdido la noción de dónde se encontraba. Todo se confundía con cosas del campo.

De pronto decía: “¿Qué hace esta rama aquí?” Y tumbaba el tubo que sostenía el suero. “¿Por qué tengo este lazo enredado?” Y se arrancaba el catéter. Eso, para no hablar de que confundía a las enfermeras con borregos y a los doctores con chivos.

Como consuelo, me quedaba que me había ido peor con mi abuela y con mamá. A la abuela las noches se le volvieron días y mamá estuvo sumida en un coma tan profundo que uno tenía que ir personalmente a cambiarla de posición. Había que moverla para que no se le hicieran llagas y aspirarle con un aparato la mucosidad para que siguiera respirando.

Una noche papá recibió la última visita ultraterrena. Supongo que él y mamá se pusieron a platicar como esas noches en que él llegaba de la cantina y ella cerraba su máquina de coser dejando preparados los trabajos de costura que iba a entregar al día siguiente. Después proba blemente mamá lo debe haber regañado por ser tan torpe e irresponsable como para sufrir una serie de fracturas.

-¿No entiendes que los muchachos están cansados de cuidar inválidos? ¿Ya viste la cara que carga Jesús?

-Tienes razón. Si ese muchacho no se cuida, en especial de esas compañías tan raras con las que anda, uno de estos días nos va a dar un buen susto. Imagínate, la última vez metió a la casa a un crítico literario. Tenemos que ayudarlo.

-¿Y qué piensas hacer?

Papá se encogió de hombros.

-Vámonos.

-¡Así nomás!

-Claro, ahora no me queda el pretexto de que no tengo qué ponerme. No sé. Piénsalo. ¿O quieres que andemos por aquí de ánimas en pena?

El espectro de mamá suspiró y meneó la cabeza.

-El mismo atole con pan de siempre-dijo- . Está bien. Vámonos. Felipe quiere conocerte. Tal vez puedas aprender algo de él.

-Tienes razón nunca es tarde.

Al terminar de escribir este diálogo. Me pregunto: ¿de veras lo imaginé, lo soñé o me tocó presenciarlo? Es mejor no sacar conclusiones. No quiero acabar como papá invocando otro desfile de espectros.

IX

FUE EL DIA DE LOS MUERTOS. ESTABA LIMPIANDO LA TUMBA FAMILIAR, MUY tranquilo. Al lado de la tumba se ubica la del primer marido de mamá. Siempre me pregunté por qué ella no quiso enterrar a su primer esposo en la cripta familiar y prefirió comprar un terreno al lado de ésta para sepultarlo. ¿Sería por la fama de narco, contrabandista y satánico que el tipo tuvo en vida? ¿O temió que el resto de la parentela le reprochara meter en la cripta familiar un cadáver con un plomazo en la frente? Para no hablar de la niña que se le malogró, puesto que ella estaba embarazada al momento de saber la noticia de la muerte de Felipe (así se llamaba su primer pelado) y quien, según ella, le pidió en sueños a la criatura para llevársela. El caso es que cuando despertó, el producto ya se había malogrado.

A la niña si la enterró en la bóveda familiar y no puedo sino manifestar mi extrañeza ante las decisiones de mamá. La tumba en la que enterró a Felipe es una réplica exacta de la otra. Son tumbas gemelas. Al grado de haber provocado una incógnita que hasta la fecha no sé cómo resolver.

Cuando murió mamá, papá y yo nos enfrentamos al problema de donde enterrarla, si con su primer marido o con el resto de la familia. Papá, con ese carácter tan suyo, dejó el problema en mis manos.

-Si quieres, déjala con Felipe. Al cabo que no soy celoso.

Quizá no hubiera opinado lo mismo si hubiera leído aquel verso de Quevedo que dice:

Polvo serán, más polvo enamorado…

Temeroso de que hubiera en verdad un amor constante más allá de la muerte, preferí enterrar a mi madre en la cripta familiar. Algunos años más tarde, cuando yo andaba limpiando las sepulturas, llegó una tía del rancho, con un enorme ramo de crisantemos, y me preguntó:

-¿Dónde está enterrada tu mamá?

-Aquí-dije señalando la cripta familiar.

Después de colocar las flores, mi tía contempló las dos lápidas y llamó a su hijo quién cargaba otro ramo.

-Éstas son para tu papá. ¿Dónde está?

No supe que responder. Mi tía arrugó el ceño.

-No lo habrás enterrado con Felipe, ¿Verdad?

De regreso a mi casa, medité: si papá y mamá están enterrados en el mismo lugar, lo más probable es que ella en este momento esté saliéndose con todo y cajón de la cripta familiar para mudarse a la tumba de al lado, porque como dice el dicho “más vale malo por conocido que este atole con pan…”

Cada que mi hermano Carlos me llama para recordarme que se acerca el 2 de Noviembre y que debo cumplir con mi deber de arreglar las tumbas, siento como si la familia entera hubiera echado sobre mis hombros la tarea de decidir dónde se entierra a cada quien. Me rebelo un poco ante esta tarea y me pregunto ¿en qué jodida cripta, tumba o pozo me irán a echar cuando me muera?

 

 

 

 

AFUERA HAY UN MUNDO DE GATOS

 

gato

 

 

DEL LIBRO: AFUERA HAY UN MUNDO DE GATOS

AUTOR: JESÚS DE LEON.

A dúo con Gabriel y para Idalia Garza

El escándalo surge por la derecha y va perdiéndose por la izquierda. Viene. Desaparece. Vuelve. Las carreras de los gatos desde siempre le han dejado marcas en la cabeza. Sobre todo cuando la riña logra arrancarles el pelo y se desangran infinitamente. Guarda en el alma sus insanos rasguños. El imperdonable frio de su baba transparente. Ser insomne es la principal de sus desgracias. Hay gente incapaz de cantar o de andar en bicicleta. Pero su mal es peor. Secreto porque llega con la noche. Molesto porque duele con los chillidos de los gatos. Se ha impuesto una buena dosis de pastillas. Pero nada. Un hombre como el debe ingeniárselas para gozar de una figura onírica. Su trabajo le pide:

“Guarde su apariencia. Sonría al saludar. Cuidado con sus ojeras”.

Así que para urgencias como ésta, tiene que dormir porque tiene que dormir. La lectura tampoco ayuda en estos casos. De qué sirve abandonar la cama y acudir a una biblioteca formada por casi treinta tomos de Relaciones Humanas y Análisis transaccional. Mejor ver la correspondencia. Revisar los sobres que desde hace días se han deslizado por debajo de la puerta. La gente se preocupa por él y a menudo le envía sus oraciones:

“Ama al mundo”, le dicen, “Amalo con cada gota de tu sangre. Así tu alma fascinada por un místico vuelo, iluminará tu camino y el de quién a ti se acerque”.

Le aseguran que no se trata de una broma. Nada más lejos. Y para cristalizar la buena fortuna, deberá enviar 20 copias a las personas que necesiten ayuda.

Trata de improvisar aviones con los sobres y dibuja en la mente sus diabluras más queridas. De pronto, queda intrigado con un sobre especialmente gordo. Imposible hacer con él un barco. Acaso las solteronas habrán reunido aquí su coraje de años. Abre y se encuentra con una cadena más. Esta vez le quieren narrar un cuento. Así como lo oye. Si es que se pueden oír las palabras escritas en una carta. Deberá conocer la historia que los padres le han dicho a sus hijos desde siempre. Un cuento narrado a su vez por los abuelos y así sucesivamente. Se le advierte que en algunas ocasiones la cadena se ha roto. Pero se han inventado nuevas formas de continuarla. Los profesores de las escuelas la repiten a los niños, para que todos los pequeños refieran a sus hijos este cuento. Un oficial de la NASA envió treinta mil copias de este relato durante su vida. Kate Russel, secretaria soltera de Minessota, mecanografiaba cada mañana la historia y encontró el amor a las afueras del correo. En Samoa, el general Rince se mantuvo con vida después de los cien años sólo para narrar el cuento a los soldados jóvenes. Cada quién puede inventar su propia cadena. Le piden que se vaya quedando dormido. Mañana tal vez sabrá que el mundo puede ser de otra manera, aunque no tenga pruebas.

Comienza a caminar por las profundidades de un bosque. Allá donde crecen los arbustos y las zarzas. Sueña con una comunidad de conejos pequeña pero activa. En el centro existe la casa del abuelo que como todos saben fue el fundador de la comunidad. Porque primero fue solamente un conejo atareado en su trabajo que consistía en adornar huevos de pascua. Después sus hijos le ayudaron a pintarlos. Todos fueron cavando una serie de casas alrededor de la casa principal. Entonces el abuelo tuvo tantos ayudantes que comenzó a buscar otra clase de trabajos.

Enseñó a algunos a pintar las flores y ensayaron nuevos matices de verde para los musgos y los helechos. Los conejos pusieron tan hermosa aquella parte del bosque que Dios se quedaba maravillado con el espectáculo:

“Aquí el suelo y el agua me deben haber quedado especialmente ricos”, decía el Señor convertido en un trueno reluciente.

Ellos lo escuchaban y se reían en silencio.

Pasaron los años. El abuelo se convirtió en bisabuelo. Así es la vida. Pero a pesar de su ancianidad, se encargaba personalmente de dirigir cada primavera la pintura de las flores. Buscaba cada día nuevas tareas. Los enseñó a pintar las hojas del otoño, de morado las del eucalipto, de amarillo las del olmo, de rojo de diferentes matices las del arce. Los conejos iban por el bosque muy contentos con pinceles y botes de pintura y Dios, que pasaba muy seguido por ahí, se alegraba:

“Las noches deben ser aquí muy frías y saludables”, pensaba.

Y los conejitos rieron a escondidas.

Después de una estación llegaba la otra. El invierno les enseño a pintar sombras en la nieve y cuadros de escarcha en los vidrios de las ventanas. También a sacar brillo en las estalactitas de hielo.

Todos se sentaban alrededor del fuego. A los pequeños les entusiasmaban los graciosos cuentos del abuelo. Tanto que querían prolongar indefinidamente las sesiones, pero el abuelo se encargaba de recordarles sus tareas. Había pensado en todo. Tenía equipos entrenados en cada caso. Unos pintaban los primeros botones de la primavera. Otros aguardaban al lado de los capullos de la oruga para darles una pincelada a las mariposas recién nacidas.

“¿Y ahora que se le ocurrirá al abuelo”?, se preguntaban los conejos. Y el fundador de la comunidad se quedaba pensando. Al fin les confesó un secreto a los conejos y conejitas de esa estación:

“Me marcho y les voy a explicar cuál será mi próximo trabajo si me prometen no contarlo”.

Cuando se fue los mayores se pusieron tristes. Los más chicos sonreían entre sí con una mirada pícara, conocían el secreto y lo sabían guardar.

Hasta que un día cayó sobre la comunidad una tormenta. Era la primera vez que llovía y todos corrieron a refugiarse. “¿Acaso la lluvia destruiría la obra del abuelo?”, se preguntaban muertos de miedo alrededor del fogón.

Pero la lluvia cesó y los colores del bosque quedaron bellos y resplandecientes. Las puertas de las casas se abrieron para salir a comprobarlo.

“¡Es cierto!-gritaban bailando de júbilo los pequeños-. ¡El abuelo está trabajando otra vez! ¡Vengan a ver lo que ha hecho!”

Dios pasaba por ahí y volvió los ojos al cielo. Quedó enormemente sorprendido.

“¿Cuándo habían visto una puesta de sol tan maravillosa?” , les preguntó a los conejillos lleno de orgullo.

Ellos lo escucharon y se volvieron a reír.

El abuelo había pintado las nubes y el arcoíris.

Nuestro personaje termina de leer. Afuera los gatos se persiguen como locos para morderse la cola. Después de hacer bolita el cuento, piensa: “Malditas loras, Métanse a la cama con alguien. Deberían aprender lo que significa un estreno a destiempo”.

 

LA EXPRESION NORTEÑA CANTADA Y CONTADA

LIBRO: PAZOS, REPASOS Y TROPIEZOS

AUTOR: Jesús de León.

 Por mi trabajo en el Archivo Municipal estoy acostumbrado a escuchar el término patrimonio cultural, referido a edificios de valor histórico, reliquias, antiguos infolios o monumentos, incluso partes de la geografía que fueron escenario de alguna batalla o del paso de algún prócer de nuestra historia. Eso para no hablar de aquella parte del patrimonio cuyo valor es estrictamente artístico: pinturas, esculturas, obras arquitectónicas, obras literarias, etcétera.

¿Han oído ustedes hablar del patrimonio intangible? ¿A qué se refieren con intangible? Por un momento pensé en los fantasmas que rondan por el Archivo Municipal. Perdónenme. Si de eso se trata, no voy a tomarme la molestia de catalogar a la enfermera que se aparece en el primer piso ni mucho menos a ese perro negro de ojos brillantes que dicen vuelve loco a quién lo mira. Tengo bastante con mi trabajo regular, que a veces me hace manotear el aire con desesperación como si estuviera espantando moscas.

La música popular como patrimonio intangible

Un amigo se tomó la molestia de aclararme el concepto. Patrimonio intangible es aquella parte de nuestra herencia cultural e histórica que no cuenta con una materialidad fija e inamovible. La Catedral de Saltillo es en tal sentido patrimonio tangible. Lo mismo que las balas de cañón encontradas en los terrenos donde se realizó La Batalla de La Angostura. También los quevedos de Venustiano Carranza o la pistola con que puso fin a sus días el tristemente célebre Ignacio Cepeda Dávila. Dentro del patrimonio artístico hablaríamos de los cuadros de Rubén Herrera o del monumento a la fundación de Saltillo que se encuentra a espaldas de Palacio de Gobierno o de las emblemáticas fotografías de Alejandro Víctor Carmona.

Cuando hablamos de otras expresiones, tales como la música o la poesía, no podemos decir que tengan un sustento material fijo o permanente. Pongamos el caso de la canción popular norestense, que permaneció durante un tiempo considerable como parte de la tradición oral, pasando de padres a hijos y recibiendo añadidos, supresiones o variantes conforme la caprichosa memoria colectiva lo determinaba. No tenía un asiento material propiamente dicho y sería exagerado decir que dicho asiento estaba en las neuronas de sus escuchas o ejecutantes.

Si bien la canción popular no es tangible, es perceptible aquí enfrentamos una paradoja. ¿Cómo conservar para el futuro sonidos y palabras que, aunque provienen del pasado, sólo existen en el presente, mientras se ejecutan y se escuchan?

Codificar, archivar, ¿preservar?

¿Existe una manera de retener y conservar esas expresiones? Se escriben las letras, se anotan las partituras. Los logros de la tecnología han permitido el registro en discos de dichas canciones e incluso su traducción al código binario nos permite archivarlos en nuestras computadoras. Aquí enfrentamos otra paradoja. No estamos guardando las canciones propiamente dichas. Tan solo una serie de claves, de códigos que, si no los dominamos, no podemos volver a extraer esas expresiones actualizándolas en la ejecución o la lectura.

¿De qué sirve un libro de versos a un analfabeta? ¿Para que quiere un cuaderno de partituras alguien que no sabe tocar instrumentos musicales o a quien, sabiendo tocar algunos no sabe leer notación musical? En el caso de las computadoras, sabemos que existen esas pequeñas memorias USB en donde se pueden guardar un sinfín de canciones. Pero si no tenemos una computadora o un aparato compatible con el dispositivo, ese tesoro permanecerá mudo, silencioso. Como si anduviéramos perdidos en el semidesierto coahuilense, sin agua ni comida.

Sin embargo ese patrimonio intangible también es nuestro. Lo sentimos incluso más cercano que otras expresiones de nuestra historia y de nuestra cultura. Como dijera don Francisco de Quevedo “Huyó lo que era firme y solamente/ lo fugitivo permanece y dura”. Los invito a que vayamos en busca de lo intangible.

La cantina: santuario de la cultura popular

Estamos en una cantina a la antigua: paredes de adobe, techo de vigas; sillas y una mesa rústicas. El grupo musical interpreta “Los dos amigos”. Mientras ejecutan la canción, nosotros nos sentamos a la mesa y nos quedamos escuchando. Aplaudimos y comenzamos a hablar.

-¿Puedo hacerte una pregunta?

-Hasta dos.

-¿Por qué me trajiste aquí?

-¿No querías conocer los secretos de la cultura popular? ¿Qué mejor lugar para conocerlos que este?

-Estamos en una cantina.

-Que esperabas? ¿Qué te llevara a Fonart o al Museo de las Aves? Te llevaría al Mercado, pero prefiero que antes estemos aquí. Después podemos curarnos la borrachera. ¿Para que hacer las cosas al revés? No es bueno poner la carreta delante de los bueyes, como tu comprenderás.

-Sospecho mas bien que, como dije que los gastos iban a correr por mi cuenta, te estás pasando de listos.

 

 

 

Trabajo de campo: clara u oscura

Estamos en esa parte de la investigación que se conoce como el trabajo de campo: la compilación de materiales en su fuente original y, si no avanzamos en nuestra investigación, la habremos pasado bien. No te preocupes. Te aseguró que valdrá la pena. ¿Le hablamos al cantinero?

-Zurdo, tráenos dos.

El cantinero se acerca y limpia la mesa con el célebre caballo.

-¿Qué les sirvo? ¿Cerveza clara o cerveza oscura?

-¿Es todo?

-¿Para qué quieren más? Los que vienen aquí nunca se han quejado.

-Tráenos unas claras. Lo que es un milagro es el grupo. ¿Qué pasó con la radiola?

-Es que no consigo discos. Como ahora hay puro DVD, mejor me deshice de ella y me traje a estos primos del rancho.

-¿Qué tal andan de repertorio?

-El usual. No van a pedirles una de Luis Miguel, ¿Verdad?

-Sin duda, Zurdo, te refieres a los que tocan música norteña más tradicional.

-Si . Nada de Tex Mex ni mezclas raras. No sabemos distinguir con tanto grupo. ¿Para qué si son los mismos? Aquí nada mas llegamos hasta Los Alegres de Terán y de ahí nos regresamos o de Ramón Ayala y vas p´a tras.

-Ésa es la auténtica cultura popular, no productos efímeros creados por los medios masivos. Nada que perdure o deje huella. En cambio hay tanta historia en las canciones de auténtica raigambre norteña. Gracias, Zurdo. Ái me las apuntas.

-Soy Zurdo, pero no pendejo. Te lo había dicho desde la vez pasada: sirviendo y pagando. Así si baila mija con el señor. ¿Un caldito? ¿Unos taquitos?

-Esa amabilidad no te la conocía. Tráenos las otras y también unos cacahuates.

¿Salados como ustedes?

-No, mejor enchilados, como tú. O pelados, para morir iguales.

El cantinero trajo un plato.

-Que les cueste un poco de trabajo- dijo.

Eran más cáscaras que cacahuates:

-¿No habrá chicharrones?-preguntamos decepcionados.

-Pues tenía cueritos, pero….

Ahí nos enteramos por qué ese cantinero ya no ha querido contratar meseras desde que se fue la Revólver Plateado. ¿A qué se debe el apodo de la susodicha? La mujer era como la pistola del corrido de Luis Aguirre: maciza, de buenas líneas…. Pero con ella al cantinero le salió el tiro por la culata. Lo hizo ver su suerte. Gracias a esas medias plateadas y la minifalda de cuero negro, le consiguió bastante clientela, pero un día la mesera desapareció con todo lo que había en la caja registradora. Dicen que se fugó con un vendedor de DVDs piratas ¿ Por qué creen que el cantinero se deshizo de la rocola?

-Muchachos, ¿Cuántas veces no repitieron aquello de “Adiós revólver plateado, mucho aprecio te tenía”?

Los músicos reaccionan de diferentes maneras. Se ríen, hacen uhhh, chiflan….

-Más veces que la que se fue-dicen-. Menos mal que el cantinero se metió con la Revólver Plateado. ¡Imagínense que se hubiera metido con la Cuerno de Chivo!

Los músicos interpretan “El corrido de Luis Aguirre”. Un personaje que se despide de un hermoso revólver que aprecia porque le trajo suerte. El hombre en trance de muerte agradece los servicios que le prestó su arma. La letra de este corrido es una extraña elegía. El arma sobrevive al hombre que canta el dolor de su separación más que dolerse de su propia muerte.

Rosita Alvírez no hay sólo una

En cuanto a los homenajes al terruño, Piporro ha vuelto célebres dos corridos saltillenses, cosa que nunca harían nuestros historiadores locales que ni siquiera saben cantar. ¿Quién no se acuerda de Rosita Alvírez Murió? ¡Qué extraño el segundo apellido de esta mujer! Pero es al contrario, yo digo que gracias al Piporro Rosita Alvírez Vive. El otro corrido es el de Agustín Bajaba a Caballo. La primera murió por desairar a Hipólito y el segundo por andar de enamorado y tener amigos traidores.

-¿Se saben “El corrido de Rosita Alvírez”?

Los músicos deliberan. Uno de ellos responde “sí”.

-Pues órale, primos.

Lo que son las cosas. Rosita Alvírez no murió a balazos. Cierto historiador asegura que fue a puñaladas. Parece que su muerte no ocurrió en Saltillo sino en San Luis Potosí. Será el sereno. Se me hace que ese amigo esta desvariando. ¿Y si hubiera sido otra? Porque viejas remolonas que se niegan cuando uno las saca a bailar conozco muchas. Es más, las únicas que aceptan bailar cuando uno se los pide son las teiboleras, pero ésas cobran.

Puede que no esté muy equivocado ese historiador. Las canciones, aunque partan de sucesos reales, terminan elaborando curiosos paradigmas. ¿Para qué? Modelos. Imágenes que sintetizan una enorme cantidad de situaciones. Hay muchas Rositas Alvírez que han muerto en diferentes lugares, con otros nombres, en otros bailes. Qué importa si son saltillenses, potosinas o zacatecanas: con nosotros nunca han de bailar.

Aquí entre nos, por eso hay quienes permanecen solteros. Todavía ellas se quejan de que acabemos metidos en las cantinas.

-Soy un espíritu libre. No quiero las ataduras que representan mujer, hijos…

-Ni empleo, cabrón. Andas de aquí para allá porque en ningún lado te aguantan. No hay cantina donde no debas y en la que no debes es porque no te dejan entrar.

Es indiscutible que la cantina se ha convertido en el refugio de la masculinidad incomprendida. Hay algunos que pasan más tiempo en esos lugares que en su propia casa. No se van a vivir a la cantina nomas porque las sillas son muy incómodas para dormir. Pero hay quien lo ha intentado.

-¿Se saben “Mi casa Nueva”?

Los músicos asienten.

-Si son tan amables, por favor.

El grupo interpreta esa popular canción que trata de un norteño abandonado que se va a vivir a una cantina llamada precisamente Mi Casa Nueva y, aunque el hombre en apariencia se encuentra ahí bien acompañado, siente nostalgia de su antigua casa y de la mujer con quien la compartía. La letra dice “Hay un letrero de color en la vidriera y una cualquiera es la que ocupa tu lugar”.

Me parece una canción muy triste. ¿Cómo que con una cualquiera? No, señores. No lo hagan con cualquiera. Aspiren a más.

Agustín Jaime sigue bajando

Me estoy poniendo melancólico. Son cosas de la edad. Los jóvenes suelen ser pendencieros. Ustedes saben: el alcohol en la sangre. “Aquí nomás mis chicharrones”. Nunca falta el borracho de cantina. Sale a relucir el orgullo. Pero también basta con que te saquen una pistola o te pongan una calentadita entre varios para que serenes tus ímpetus. Una noche en los separos da mucho en que pensar. ¡Y esas multas!

Tengan cuidado. No les vaya a pasar lo que a Agustín Jaime. Ese que bajaba y bajaba…Pero a caballo. No como otros que, una vez que se bajan, ya no hay poder humano que los levante. Ése también es un corrido con interesante sustrato histórico. Vamos, muchachos, no creo que se lo sepan. Es más conocido que el monumento a Manuel Acuña.

Los Alegres y el Nocturno

Acuña, me suena…Era un estudiante de buena familia que se suicidó de mal de amores, echándose unos alipuces de cianuro. La mujer por la que se suicidó se llamaba Rosario de la Peña y, antes de morir, él escribió el célebre “Nocturno a Rosario” que es su poema mas famoso, aunque los críticos dicen que no es su mejor obra.

Si no lo han leído (sé que no son muy dados a la lectura, por los problemas de la vista, claro)estoy seguro de que lo han escuchado en alguna cantina de ésas donde había radiolas que parecían dinosaurios. Alguien siempre ponía la canción.

¡Pues bien!, yo necesito decirte que te adoro,

decirte que te quiero con todo el corazón;

que es mucho lo que sufro, que es mucho lo que lloro

que ya no puedo tanto, y al grito en que te imploro

te imploro y te hablo en nombre de mi última ilusión.

 

-¿Se acuerdan de la tonada?

Los músicos se miran, asienten con la cabeza y empiezan a cantar. Al escuchar los versos podremos llorar como criaturas. Sólo que en este caso el biberón sería una caguama. Como canción fue inmortalizada por Los Alegres de Terán. Es para cuando estamos solos o muy entonados.

-Mejor toquen la que les dije antes, muchachos. Aquella que cantaba el Piporro.

El grupo interpreta “El corrido de Agustín Jaime”.

 

…Y bajó hasta el sepulcro

Se cree por lo general que la historia que cuenta “El corrido de Agustín Jaime” ocurrió tal y como dice la letra. Pero la realidad siempre es un poco más humilde. Agustín Jaime alcanza alturas de héroe en el corrido, incluso de mártir. No era más que un hombre que cumplió con su deber. Un representante de la autoridad que al parecer, arrestó a un hombre armado que andaba haciendo desmanes en una cantina, con el epílogo trágico de que el detenido encontró la forma de vengarse. Entonces el tal Agustín Jaime no sólo bajo del caballo, sino hasta el sepulcro. Se dan tantos casos de ésos últimamente.

Músicos jóvenes, tonadas viejas

Los muchachos del grupo son muy buenos músicos y, aunque su repertorio es bastante tradicional, se les oye variado. Son de la sierra. Allá se ganaban la vida tocando en los bailes, en los casorios o en la labor. Ahora que el trabajo ha escaseado, bajaron a la ciudad. Están juntando unos centavos para después irse al Otro Lado. Ellos son otro producto de exportación.

La sierra va a estar triste sin su música. Les deseo suerte. No los quiero ver rodando de cantina en cantina. Porque a menos que cambien de repertorio o se disfracen de raperos, no creo que vayan a brincar el charco. Con esas fachas y esos instrumentos, que ni en el empeño les agarrarían, no creo que sirvan ni para la pizca de algodón, ya no digamos para recoger tomates. No quiero que sean carne de “Minute-Man” o como les llamen a esos gringos desgraciados que se la pasan venadeando ilegales. Ustedes son una de las últimas muestras de nuestra más rancia cultura musical. Su aportación al saber regional es casi tan valiosa como los petroglifos, las plantas del semidesierto y los fósiles. Bueno, no son tan viejos. Cuando hablaba de antigüedad no me refería a los señores músicos, sino a su repertorio.

En muchos de los jacales donde tocaban, no había luz eléctrica. Todavía se anda a caballo. Pero también hay lugares con planta de luz y hasta se puede llegar en camioneta. ¿De veras ya no se acuerdan dónde dejaron los caballos? A lo mejor el dueño de la cantina donde tocaban ya los convirtió en botana.

-Supongo que algunas de las canciones que interpretan se las enseñaron sus mayores.

Entre los músicos surge un murmullo afirmativo.

-Cuando yo todavía vivía en el rancho, a mi apá le gustaba cantar “Lámpara sin Luz”, sobre todo después de que mi amá lo dejó.

-¿Qué se hizo la vieja? ¿Se llevó la lámpara de petróleo o qué? A ver muchachos ¿Se la saben? Tóquenla por favor.

Paz y José Alfredo en la misma mesa

Hay muchas formas de embriaguez. Y la buena música, como la buena poesía, es licor para el alma. “Claro y los albures son la botana”, me van a decir. Si seguimos con la comparación, ahora entiendo porque los artistas y los escritores son tan encerrados; tienen todo un congal metido en el alma. No les hace falta salir.

Tal vez exagero, aunque no estoy desencaminado. A eso me refería con respecto al repertorio de los señores del grupo. Si algo es notable en la cultura norestense es la facilidad y la sencillez con que se mezclan lo culto y lo popular. Eso no ocurre más al sur, donde la vena culta y la vena popular siguen caminos firmemente separados y ni siquiera queda la esperanza de que se unan virtualmente como las vías del tren en la línea del horizonte.

Nunca verán a José Alfredo Jiménez y a Octavio Paz sentados en la misma mesa de cantina. Me dirán que está difícil. José Alfredo murió y Octavio Paz, es uno de nuestros más grandes poetas. Un poco antes de morir, recibió el Premio Nobel de Literatura. Había un señor escritor en Saltillo que me decía “ Espero que a mí nunca me den ese premio. Por lo que veo, a los que se los dan se mueren”. “No mi amigo-le dije-. Eso sólo les pasa en Coahuila a los maestros jubilados”.

A lo que me refiero es a que se puede tomar el célebre poema de Manuel Acuña y convertirlo en letra de canción norteña y, si examinamos la letra de “Lámpara sin Luz”, que todos recordamos en la doliente voz de Pedro Yerena, descubriremos que tiene imágenes que podrían rivalizar con algunas de Octavio Paz. Una Biblia sin Jesús. ¿A quién se le podría ocurrir algo tan audaz? Una vez, el mismo señor que no quería el premio Nobel, me dijo: “A lo mejor al tal Jesús se le olvidó el libro o lo dejó empeñado”. Yo le recomendé a ese señor que frecuentara un poco menos las cantinas y un poco más las bibliotecas.

La marcha de Zacatecas y el corrido (del trabajo)

Salidos quién sabe de dónde, se escuchan los primeros compases de “La marcha de Zacatecas”.

-¿No que habían vendido la radiola?

-Ése fue su celular, maestro- me dice uno de los músicos.

-Disculpen. ¿Sí? Ajá. ¿En serio? No la chingues. Así que no aprobaron el presupuesto para la investigación. ¿Quién nos madrugó? Jodidos regios, todo lo quieren para ellos. ¿Y a uno que le dejan? Pero es que ya empecé. ¿Insinúas que se han quejado de mi porque he llegado varias veces crudo a dar clase?¿Como que en mis deducibles no aceptan notas de cantina? Estoy investigando. Sí, claro. Y cuando encontraron aquella antropóloga vestida de teibolera, ¿qué? Dizque también estaba investigando. Llevaré mi caso a Rectoría. No voy a permitir que interrumpan mi investigación cuando apenas están saliendo resultados. ¿Qué que qué? ¿Despedido?

Para pagarles a los músicos voy a tener que dejar empeñado mi celular.

-Muchachos, ¿se saben la de una mosca parada en la pared?

 

Lo fugitivo, lo presente, lo vivo

¿Qué podemos concluir de este recorrido? Que el llamado patrimonio intangible es también nuestro patrimonio más vivo. Como hemos dicho, existe solo en tiempo presente, mientras se ejecuta o se escucha. Sabemos que el presente es esa zona de vientos contrarios donde todo se transforma incesantemente. Los corridos, tanto en su música como en su letra y a pesar de los registros en papel o en plástico, siguen estando expuestos a actualizaciones, añadidos, supresiones o variantes, acaso más lentas y menos caprichosas que las que se daban cuando su único refugio era la memoria, pero no por eso estos nuevos cambios son menos dinámicos o reveladores.

A diferencia de otros patrimonios más tangibles, no dependen tanto de las ceremoniosas efemérides. A Hidalgo y Morelos los recordamos el 15 de septiembre; a Zaragoza, el 5 de Mayo; a Madero, el 20 de noviembre…A Manuel Acuña lo conmemoramos cada cincuenta o cien años y a Julio Torri cuando montamos en bicicleta (es decir, muy de vez en cuando). La música popular no necesita una fecha específica. Se oye todos los días y a cualquier hora. No sólo en los bares, también en casas particulares, en oficinas, en la vía pública y en el interior de una enorme camioneta cuatro por cuatro blindada y con vidrios polarizados y placas de Texas, tripulada por un futuro candidato a protagonizar otra letra de corrido.

Como no quiero convertirme en otro patrimonio intangible y pretendo conservar, por lo menos algunos años más, mi zarandeada materialidad, prefiero poner punto final a estas reflexiones y los invito a que sigan disfrutando de nuestro patrimonio sea tangible o intangible, visible o audible; tocable o paladeable.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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